Tecnologia 4.0
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Cómo encaminar tu negocio hacia la industria 4.0

Con frecuencia cada vez mayor se habla de la Cuarta Revolución Industrial, los expertos se esfuerzan por explicar en qué consiste y cómo se está dando la transición entre una etapa y otra. En el caso de los empresarios y emprendedores es imprescindible entender a detalle esta revolución, ya que eso les dará ventaja para poner en marcha las estrategias pertinentes que los coloque por encima de la competencia.

La industria 4.0, como se le conoce en el ámbito empresarial, consiste en usar las nuevas tecnologías interconectadas entre sí a través de la red o un repositorio de la propia compañía con el objetivo de generar un flujo de información digital para ser utilizada de manera horizontal y vertical entre empleados y directores, lo que mejorará sus operaciones y perfeccionará sus procesos. A esta interconexión se le llama entramado digital.

El más reciente “Informe de Investigación con Formación Valiosa”, de Enterprise Estrategy Group, comprobó, a través de 4 mil encuestas aplicadas a tomadores de decisiones en tecnología de infraestructura (TI), que aquellas empresas que invierten en TI y las saben usar tienen 16 veces más oportunidades de ser innovadoras; son un 18 por ciento más rápidas en entrar al mercado con nuevos productos; y 8 veces más eficientes en el gasto en tecnología.

Por eso no es fortuito que las industrias de Japón ―que ocupa el noveno puesto de 137 países en el Índice de Competitividad Global, de acuerdo al Foro Económico Mundial― estén atravesadas por tecnologías de infraestructura, tan solo su adopción en tecnologías de la información y comunicación los coloca en el cuarto lugar de los países mejor preparados tecnológicamente.

Suiza está en el primer lugar del Índice de Competitividad Global gracias, entre muchos otros factores, a su alta capacidad de absorción de las nuevas tecnologías, además de ocupar el segundo puesto con los ciudadanos y empresas mejor preparadas para usar la tecnología. Sin embargo, no podría ser un comparativo con países de Latinoamérica porque su población es mucho mayor a la de Suiza, con apenas 8 millones de personas.

Brasil con 206, México con 122, Colombia con 48, Chile con 18 o Perú con 31 millones se acercan más al número de población total de Japón (casi 127) que a la del país europeo, y sin embargo estáb muy lejos de igualarle en su índice de competitividad.

De los factores más problemáticos a los que se enfrentan los países latinoamericanos es su alta tasa de corrupción y una burocracia gubernamental ineficiente. Pero también hay que mencionar que las empresas no están invirtiendo lo suficiente en tecnología, tampoco se está preparando a los empleados para usarla y se les consideran naciones con pobre ética laboral en la fuerza de trabajo nacional.

De acuerdo con investigaciones como la de Enterprise Estrategy Group, el entramado digital, es decir el flujo y almacenamiento de la información, acompañan a un producto o servicio en todo su proceso de vida, desde su concepción, diseño, prueba y evaluación, producción, operación y mantenimiento, lo que eleva la eficiencia, velocidad y flexibilidad de los sistemas de producción, y se ve reflejado en el crecimiento de una empresa.

Por esta razón, las compañías necesitan invertir en tecnología de infraestructura y capacitar a todo el personal en su uso y aplicación. De la mano de adopción de esta tecnología se busca hacer el uso más amplio posible con el objetivo de hacer su negocio más ágil, flexible, innovador, orientado al usuario y centrado en el cliente.

Comprar infraestructura nueva no es sinónimo de transformación, para que eso ocurra se requiere esfuerzo colectivo de todos los que conforman la empresa, también va a depender de la capacidad de respuesta y su cultura organizacional. El software no es nada sin los humanos que lo ponen a funcionar y lo orientan a funciones determinadas.

La Cuarta Revolución Industrial tiene ventajas que en las anteriores revoluciones no se tuvo. Hoy las personas pueden enterarse de los adelantos de la ciencia, la tecnología y el know-how e incluso hacerse expertos en cursos en línea o leyendo sobre el tema. Usar esta gama de posibilidades en provecho de una compañía hará la diferencia.

Sobre el autor: Kayleigh Bistrain.

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