Lean entrega de valor eliminar desperdicio
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De la mano de Lean para entregar valor y eliminar desperdicios

Mientras más avanzamos en nuestros conocimientos de Agilidad, más comprometidos estamos con generar valor para nuestros clientes. Lamentablemente en muchas ocasiones, el camino que se debe recorrer para esta entrega de valor está plagada de desperdicios.

El pensamiento Lean considera que cualquier actividad que no agrega valor directamente a lo que le entregamos al cliente, es un desperdicio. Ya veíamos en nuestro artículo anterior, sobre los principios Lean, que el valor se define desde la perspectiva del cliente. Parece simple, enfoquémonos en lo que le genera valor al cliente y eliminemos desperdicios.

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En la teoría parece sencillo, pero las organizaciones son sistemas complejos, cada una con sus particularidades. ¿Dónde percibe actualmente el valor mi cliente? ¿Cuáles son los desperdicios que estamos generando? Probablemente muchos líderes no se han detenido a reflexionar esto.

Así que, para seguir avanzando en este camino de la agilidad, a continuación, te presento dos recomendaciones para que tomes en cuenta al momento de profundizar en el principio Lean de la entrega de valor, al mismo tiempo que buscas eliminar los desperdicios.

1- El desperdicio puede confundirse con entrega de valor

Alinear claramente cuáles son las expectativas, no solo de nuestro cliente, sino también de los usuarios y otras partes interesadas que interactuarán directamente con nuestra entrega de valor debe ser algo que no debemos perder de vista en el camino.

Esta alineación de expectativas requiere de una profunda comprensión del negocio y competencias de comunicación bien fortalecidas. La comprensión del negocio nos ayudará, no solo a entender las necesidades u oportunidades de nuestro cliente, sino también a desafiar esas ideas para juntos descubrir si realmente es algo que potencialmente generará valor. Las competencias de comunicación nos ayudarán en este descubrimiento, por ejemplo, con la escucha activa, para entender y dimensionar bien el requerimiento, antes de querer proponer soluciones.

Me ha tocado ver, e incluso he participado en varios proyectos, donde la supuesta entrega de valor realmente está basada en características innecesarias que el cliente nunca solicitó. Lo que se convierte en un desperdicio.

La recomendación, adicional a alinear las expectativas desde un inicio, es mantener un trabajo donde no se pierda de vista el requerimiento inicial, mantener una comunicación constante con el cliente, permitir que los equipo se autoorganicen, manteniendo transparencia en el trabajo que están realizando y llevando a cabo sesiones de retrospectiva que les permita mejorar constantemente. Todas estas, características típicas de la Filosofía Ágil y Lean que han demostrado ser de gran valor.

2- Si no ves el bosque completo seguirás teniendo desperdicios

Entusiasmado por eliminar aquello que no genera valor, comenzarás a remover esos desperdicios que claramente tienes identificados y que están a tu alcance, es decir, los que están a simple vista. Pero como lo mencionaba párrafos arriba, las organizaciones son sistemas complejos y requieren ser analizadas con una visión holística para generar verdaderos cambios.

Cuando no se tiene esta visión holística de todo el sistema, cuando no vemos el bosque completo, eliminaremos desperdicios por aquí y por allá, lo cual puede derivar en optimizaciones locales, que muchas veces no se traducen en un beneficio real para todo el sistema, o lo que puede ser peor, puede provocar daños.

Mi recomendación es, identifica tu Flujo de Valor, así es como te darás cuenta de todas las personas que se involucran, podrás identificar actividades que no agregan valor y tendrás una visión completa de cuáles son los desperdicios que puedes eliminar para que realmente tengan un impacto positivo. Teniendo siempre presente que el cambio debe traer beneficios al sistema completo y no sólo a algunos elementos.

Conclusiones

Una mentalidad ágil nos hace poner al cliente en el centro de nuestras decisiones para generarle el máximo valor. Esta entrega de valor debe ser definida desde la perspectiva del cliente y nunca perderla de vista.

Definir el Flujo de actividades que nos permite esa entrega de Valor, nos brinda una visión completa para detectar desperdicios y también para definir la estrategia que nos permita remover principalmente los desperdicios que traerán un beneficio real para todo este flujo, en lugar de solo eliminar los desperdicios más evidentes, lo cual, incluso puede resultar contraproducente.

 

Si quieres conocer más sobre Lean para para poder entregar el máximo valor y eliminar los desperdicios puedes unirte a nuestro curso Pensamiento Estratégico Lean.

Referencias:

ProjectManagement.com

PMI.org

ProjectManagement.com

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