Ser Agil
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Las 3 fases para comprender la Agilidad: Conocer, Hacer y Ser Ágil

Cada vez más organizaciones quieren ser ágiles. La mayoría de ellas por las razones equivocadas. Están dispuestas a emprender el camino hacia la agilidad sin antes comprender qué significa y todo lo que implica.

Girar hacia la agilidad es una apuesta hacia una nueva ideología que está cambiando la forma como las organizaciones hacen su trabajo.

En este artículo quiero compartir 3 fases para comprender la agilidad.

Las 3 fases de la agilidad

El agilismo no es una receta de pasos a seguir es más bien una ideología, una corriente de pensamiento que se basa en principios y valores.

En Proyectum, cuando nuestros clientes se acercan a solicitar ayuda para su transformación ágil, ya sea personal u organizacional, lo primero que definimos claramente es el por qué de esta necesidad.

Es en este punto cuando nos damos cuenta de que, en muchas ocasiones, las razones por las cuales se quiere emprender el camino hacia la agilidad no son las correctas o incluso no se tiene claro qué es la agilidad. Con esto en mente es necesario comenzar por conocer la agilidad.

Fase 1 Conocer la Agilidad

¿Qué es y qué no es la Agilidad? Comencemos definiendo esto. Ya dijimos que la agilidad es una ideología, una forma de pensar, por lo que implica un cambio de mentalidad. A menudo se tiene la falsa idea que la agilidad es seguir una serie de pasos, incluso muchos relacionan Scrum y Agilidad como si fueran exactamente lo mismo.

A través de este artículo no pretendo profundizar en qué es la agilidad, pero sí me gustaría que te quedará claro  que es una forma de pensar y que se representa a través de un gran numero de herramientas, metodologías y marcos de trabajo. Scrum es tan solo uno de ellos.

Por favor no continúes leyendo hasta reflexionar lo siguiente, ¿Ya dimensionaste lo que te acabo de decir? “la agilidad es una forma de pensar”. Si quieres iniciar una transformación ágil, ¿Estás dispuesto a cambiar tu manera de pensar?

Fase 2 Hacer Agilidad 

Personalmente me ha tocado participar en proyectos etiquetados como ágiles, pero que realmente solo adoptan ciertas ceremonias del mundo de la agilidad. Recuerdo un proyecto de hace algunos años, éramos un equipo de aproximadamente 20 personas, realizábamos daily standup meeting todos los días a las 9:00 A.M., obligatoriamente por orden del líder de proyecto.

Creo que con esta información ya te puedes imaginar todo lo que estaba mal. Nuestros días de trabajo iniciaba con una reunión que se prolongaba por una hora o más y terminaba normalmente después de las 10:00 P.M.

Recuerdo cuando en una reunión al líder de proyecto se le ocurrió decir que íbamos a cambiar nuestra forma de trabajar y ahora trabajaríamos de forma “ágil”. El resultado de esta decisión, las dailys maratónicas que ya les comenté.

No estoy en contra de ir adoptando métodos y prácticas ágiles a nuestra forma de trabajar, yo personalmente es algo que recomiendo. Pero es importante no perder de vista que el objetivo es cambiar nuestra mentalidad por una mentalidad ágil. Con esto en mente podemos ir adoptando estas prácticas ágiles.

Esta adopción nos permite ir viviendo la agilidad. Es una especie de experimentación, prueba y error, donde nosotros mismos debemos darnos cuenta dónde estamos alineados a los principios y valores de la agilidad, pero sobre todo, dónde estamos actuando con una mentalidad “tradicional” y debemos cambiar a una mentalidad ágil.

Fase 3 Ser Ágil

Nuevamente mencionaré que la agilidad es una forma de pensar. Ser ágil no tiene nada que ver con aplicar un proceso para hacer cambios, se trata más de una reinvención de uno mismo o de toda una cultura organizacional.

Esta es la fase más complicada porque no todos estamos dispuestos a cambiar. Peor aun, están las personas que aseguran abrazar el cambio, pero en realidad, sus comportamientos son el claro reflejo de que la agilidad no ha sido interiorizada y por lo tanto, no se ha alcanzado un cambio de mentalidad.

Ya sé lo que puedes estar pensando, esto es demasiado abstracto. Estoy de acuerdo contigo, por eso mencionaba que es la fase más complicada. A nivel personal te puedo recomendar que seas honesto contigo mismo y definas lo que para ti significa cambiar de mentalidad. Toma en cuenta que esto puede cambiar la forma en cómo nos percibimos a nosotros mismos, cómo nos relacionamos entre nosotros, cómo nos comportamos y qué es lo que valoramos. ¿Estás dispuesto a asumir este cambio?

Tanto a nivel personal como organizacional te digo que, los cambios no se dan de la noche a la mañana. Mucho menos un cambio de esta magnitud. Si ya estás decidido a emprender tu transformación ágil te invito a que te acerques con los expertos, nuestro equipo de consultores e instructores en Proyectum, cuentan con la experiencia de haber ayudado a personas y organizaciones en esta misión.

Conclusiones

Cada una de estas fases es un escalón más para llegar al apropiamiento e interiorización del agilismo ya sea dentro de una organización o individualmente.

Una transformación ágil implica llegar al “Ser ágil” y seguir mejorando continuamente. La transformación llevará su tiempo, pero comenzar a interiorizar la filosofía ágil te ayudará a “hacer agilidad” de forma correcta y encaminando los esfuerzos para realmente cambiar tu mentalidad.

¿Quieres iniciar tu camino hacia la agilidad? Te invito a conocer más sobre el tema a través de nuestra oferta educativa o puedes ponerte en contacto con nosotros si quieres que nuestro equipo de consultores te ayude con la transformación ágil de tu organización.

Referencias:

Scrum.org

SG.com.mx

Chakray.com

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