Angel o demonio
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Tecnologías emergentes: ¿ángel o demonio?

Por: Jorge Valdés Garciatorres, MDO, PMP

“No todas las ideas de mejora son buenas… Se necesita un proceso y una gobernanza para que las malas ideas mueran y las buenas florezcan.”

Denis Matte[1]

Había una vez….

Hace mucho tiempo, cuando entré a trabajar a un centro de datos, me preguntaba porque todo mundo se quejaba del área de TI. Nuestros clientes internos decían cosas como “Son lentos y malos”. “Si tienes que pedir algo a desarrollo de TI, mejor hazlo manualmente, es más rápido y fácil”.

Antes de la llegada de los métodos ágiles, empezó a surgir un “nuevo” problema en la organización donde trabajaba, problema que, años después, en el mundo de la consultoría pude constatar en primera persona que no era exclusivo de ésta.

Resulta que cierta vez, como resultado de una auditoría que estuvo plagada de observaciones, nos pidieron hacer una revisión exhaustiva de las soluciones basadas en tecnología con que contaba la organización, en aquel entonces fue un shock darnos cuenta de que había ciertas áreas de negocio que para “brincarse” al área de TI, habían justificado la inversión en Hardware y la contratación de servicios que pudieran sacar provecho de ese Hardware. Me refiero a proveedores que hacían la instalación de servidores y el desarrollo de software necesario e incluso desarrollaban o participaban en el desarrollo de soluciones específicas para la susodicha área. Los servidores simplemente “vivían” debajo de los escritorios y tenían su propia red. Todo esto, de manera “clandestina”.

Cuando nos percatamos de esto, ardió Troya. Al principio, los altos directivos de sistemas se enojaron mucho, después era berrinche… pero cuando pasó el sisma emocional, la pregunta fue… ¿Por qué? Entonces iniciamos una cruzada para entender porque las áreas de negocio estaban usando su propia mini infraestructura de TI cuando, por aquel entonces, la empresa en donde trabajaba tenía el más grande y mejor centro de procesamiento de datos de todo Latinoamérica. La verdad es que en ese momento el proceso de entendimiento se parecía más a la santa inquisición que a un genuino interés por entender y cambiar esa realidad.

El golpe fue duro. La gente de sistemas rara vez entendía las verdaderas necesidades del negocio. Muchos proyectos eran “fabricados” por el área de sistemas para consumir el presupuesto anual que le era asignado a nivel corporativo (es decir el presupuesto para desarrollar soluciones era asignado a sistemas y no a cada negocio), lo peor era que en muchos casos, ni si quiera había un sponsor nombrado por parte de negocio. Paradójicamente, en muchos otros casos, los usuarios se quejaban de que sus requerimientos no eran lo suficientemente importantes para que el área de TI les asignara presupuesto y fueran atendidos. Finalmente, la queja era que el proceso de desarrollo era “más largo que la cuaresma” y que, para cuando concluía el proyecto, la necesidad de negocio que había dado lugar a éste ya había cambiado.

Poco a poco se fueron incorporando los enfoques ágiles y el problema se resolvió parcialmente, es decir, efectivamente con los enfoques ágiles se puede adelantar la captura de valor de una solución, sin embargo, esto trajo mayor complejidad a la administración del área de TI, surgiendo nuevos actores en el camino, roles como el design thinking practitioner, el business analyst y el devops por citar algunos ejemplos, otros se transformaron como el del Project Manager que evolucionó a Scrum Máster (Aquellos fundamentalistas de ambos mundos, si quieren tirar hate, adelante), el rol de usuario se transformó a Product Owner y tuvimos todos que aprender nuevas formas de trabajar (WOWs).

Ciertamente los enfoques ágiles llegaron para quedarse y optimizarse, de forma que las organizaciones que logren adaptarse a este nuevo mundo, tendrán la posibilidad de mantenerse y crecer.

Sin embargo, el proceso de desarrollo de software sigue teniendo muchas áreas de oportunidad y el desarrollo de soluciones undergeround no solo no ha disminuido, sino que se ha incrementado con la aparición de tecnologías y ecosistemas de infraestructura en la nube, que han facilitado el acceso a la tecnología con un enfoque hágalo usted mismo. Me refiero a las opciones que existen hoy para adquirir infraestructura en la nube y de tecnologías emergentes como la Inteligencia Artificial, o el concepto de Big Data, incluso el incremento del apetito del mercado por los científicos de datos y el uso de plataformas no-code / low code.

Quizás desde el principio el enfoque fue erróneo. Durante esos años de inquisición quizás hubiera sido más asertivo el buscar genuinamente una salida “gobernada” para el fenómeno que habíamos identificado. Ese fenómeno que Gartner Group define como “Shadow IT y se refiere a los dispositivos, software y servicios de TI que están fuera de la propiedad o el control de las organizaciones de TI. “[2]

Hoy el enfoque parece ser diferente, está surgiendo un nuevo paradigma, que desafía los cánones establecidos para el desarrollo de soluciones de negocio basadas en tecnología. Miren esto:

“Imagina un mundo en el que cualquier persona de negocios  pueda desarrollar una aplicación sin tener que escribir código informático.

Imagina una fuerza de trabajo capaz de ser autosuficiente, resolviendo problemas y desarrollando soluciones de forma estructurada y controlada con un riesgo mínimo.

Imagina que las organizaciones reducen tiempos y costos asociados al proceso de desarrollo de software tradicional.

Imagina que aumenta la productividad del área de TI en más de un 50%.

Este es el mundo Citizen Development. Citizen Development está llamado a formar parte de la próxima ola de transformación de las empresas y aprovechará las revoluciones digitales y de datos que estamos experimentando. El movimiento busca reglamentar a nivel institucional, el uso de tecnologías no-code y low-code para incrementar la productividad y el valor, al mismo tiempo que acerca la tecnología a las áreas de negocio.

Seremos testigos del aumento de las personas de a pie que puedan resolver problemas de negocios con tecnología, en su propio lugar de trabajo a medida que dominen estas nuevas tecnologías”[3].

Tecnologías que, hasta hace poco, eran solo conceptos sacados de la ciencia ficción. Hoy son una realidad, gracias a las tecnologías emergentes como la Automatización Robótica de Procesos (RPA), el Aprendizaje basado en Máquinas o Machine Learning (ML), el Internet de las Cosas y la Inteligencia Artificial (AI). Sí, hoy son una realidad y la buena noticia es que están más cerca que nunca del ciudadano digital, haciendo que los procesos de innovación exploten en la organización.

En el mundo actual, existen diversos enfoques para ponerse al día y entender los conceptos y las dinámicas de proyectos que tienen componentes de tecnologías emergentes y en donde tenemos que prepararnos, si es que queremos formar parte de la economía de proyectos[4]. Uno de los enfoques que ha llamado poderosamente nuestra atención es el programa de tecnologías emergentes de CertNexus, que próximamente estará disponible en nuestra oferta de formación.

Este programa es uno de los más completos del mercado pues cubre aspectos de ciberseguridad, de inteligencia artificial, de internet de las cosas, ciencia de datos y ética en el manejo de datos.

Además, está diseñado para que puedas empezar a entender los conceptos y dinámica de trabajo en su nivel Think y a las personas que quieran profundizar, pueden hacerlo con los cursos de Practitioner en cada una de estas vertientes.

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Muchas organizaciones ya se dieron cuenta de que el Shadow IT es inevitable. Simplemente no se puede contener. Así que quizás el enfoque más adecuado sea que haya un diálogo en donde todas las partes muestren un genuino interés por entender las necesidades, implicaciones y riesgos de sus contrapartes y juntos establezcan las reglas del juego.

Esto es una grandísima oportunidad para potenciar la innovación en beneficio de la organización y requiere que muchas estrellas se alineen, dejando atrás egos por una parte y resentimientos por otra, en beneficio de que la organización trascienda sistemáticamente los tiempos turbulentos que nos ha tocado vivir.

Conclusión

En Proyectum creemos que las nuevas tecnologías y enfoques de negocios, no son buenos ni son malos, simplemente son. Lo cierto es que llegaron para quedarse y seguir evolucionando, depende de cada uno de nosotros y de cada organización en su conjunto, la forma en que se acerquen y decidan usarlas.

No obstante, hay que tener presente que, como suele suceder en esta vida, las grandes oportunidades vienen acompañadas de grandes riesgos. Hoy, muchas organizaciones están expuestas a estos riesgos al mantenerse al margen de las tecnologías emergentes o bien, al seguir “ignorando” que existe el Shadow IT. Muchas otras quizás ni siquiera lo intenten por “evitar” dichos riesgos o incluso por no ser conscientes de esto, en cualquier caso, estarán dejando pasar una gran oportunidad de productividad, de innovación y de mantener su relevancia en un mundo que cambia rápidamente.

Por otra parte, aquellas organizaciones que logren descifrar la clave para hacer que las áreas de TI y de negocio, trabajen de forma cooperativa y colaborativa, muy probablemente estarán más cerca de subsistir, que aquellas que no lo hagan. En Proyectum nos hemos propuesto ayudar a las organizaciones y a los individuos a entender este nuevo mundo y acompañarlos en la obtención de valor de nuevo y apasionante mundo.

[1] https://freshservice.com/general/top-it-quotes-blog/

[2] Traducción libre a partir de:  https://www.gartner.com/en/information-technology/glossary/shadow

[3] Traducido y adaptado por el autor de: Citizen Development a handbook for Creators and Changemakers, PMI. Para más información visita la página de Citizen Developer del PMI

[4] Es el término que usa el PMI para describir la dinámica del trabajo actual. “La economía de proyectos es aquella en la que las personas tienen las habilidades y capacidades que necesitan para convertir las ideas en realidad. En ella, las organizaciones aportan valor a las partes interesadas mediante la finalización con éxito de los proyectos, la entrega de productos y la alineación con los flujos de valor” Si quieres saber más de la economía de proyectos visita: https://www.pmi.org/the-project-economy

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